Gemología

PIEDRAS PRECIOSAS SINTÉTICAS. QUÉ SON, CÓMO SON Y COMO DISTINGUIRLAS

Saber qué son, cómo son, cómo se fabrican y cómo distinguirlas entre ellas y las piedras preciosas naturales nos ayuda siempre a tomar la mejor decisión para fabricar o reparar una joya.

Identificar Piedras Preciosas y sus Imitaciones

Reconocer piedras preciosas «reales» o clasificar correctamente una gema suele ser un desafío incluso para los expertos. Si bien el ojo entrenado del especialista puede distinguir las piedras preciosas de las falsificaciones o imitaciones toscas, puede resultar complicado determinar una pieza en términos de tratamientos u origen sin un análisis de laboratorio.

Antiguamente distinguir incluso entre gemas naturales era complicado y llevaba a errores de tipo histórico. El rubí y la espinela siempre se utilizan como un ejemplo clásico de cómo pueden verse las piedras preciosas similares. Hasta aproximadamente 1800, la gente no podía distinguir mineralógicamente la espinela roja del rubí.

Sucede que algunos de los “rubíes” más famosos del mundo son en realidad espinelas. Uno de los ejemplos más destacados: el “rubí del Príncipe Negro” de la corona imperial británica, contrariamente a lo que sugiere el nombre, no es un rubí en absoluto, sino precisamente una espinela roja.

Hoy en día, la distinción entre las dos piedras preciosas es simple: la espinela tiene una refracción simple y el rubí tiene una refracción doble.

Sin embargo, aquí queremos indicar algunas pautas generales para identificar y diferenciar las síntesis e imitaciones más comerciales de las gemas o piedras preciosas reales. No se trata de una clasificación científica, sino una propuesta con carácter que intenta simplificar términos e ideas en el mundo del comercio y del profesional de la joyería, no incidiendo tanto en los aspectos gemológicos y cristalográficos.

En ocasiones una visión simple del experto determina si al piedra es natural o sintética.

Piedras Sintéticas y Piedras de Imitación.

En sentido estricto, las piedras sintéticas son piedras tipo gema fabricadas artificialmente. Coloquialmente, sin embargo, todo tipo de imitaciones y manipulaciones se resumen bajo el término de gemas sintéticas. Eso da lugar a confusiones en el uso comercial de las palabras.

De forma genérica, una piedras preciosas sintética es un cristal químicamente idéntico a la piedra natural, pero que fue producido en el laboratorio. Una piedra de imitación, por el contrario, está hecha de un material diferente, tiene una composición química diferente y/o propiedades físicas diferentes a las del material natural que se imita. Así, un rubí sintético es químicamente un corindón “real”, mientras que una imitación simplemente imita la apariencia de una piedra preciosa.

Nosotros proponemos tres grandes grupos de piedras «sintéticas» o «artificiales»; es decir, piedras que no surgen de la Naturaleza tal como las encontramos en el mercado.

Piedras Naturales Tratadas Artificialmente: Es decir minerales que son igual que las piedras preciosas que se valoran en el mercado en todas sus características, pero que no tienen calidad gema y son tratadas en laboratorio para mejorar su aspecto e imitar a sus «hermanas» de calidad gema natural.

Piedras Sintéticas: Todas aquellas piedras usadas en joyería que han sido fabricadas en laboratorio según diversos procesos y que tienen una estructura cristalina interna; o sea, que pueden ser clasificadas cristalográficamente.

Piedras de Imitación: Todas aquellas piedras que se usan en joyería o bisutería que imitan por su color, talla y aspecto general a una gema natural pero no tienen ninguna estructura cristalina interna. Los más comunes son los vidrios.

Piedras Naturales Tratadas

Este no es el objeto principal de este artículo, pero indicaremos que existen multitud de sistemas para mejorar artificialmente el aspecto de una piedra natural que no tiene una buena calidad gema. Los más habituales son tratamientos térmicos, irradiaciones iónicas e inyección de materiales teñidos en grietas y defectos.

Algunos casos comercialmente muy comunes son los topacios azules (desde topacios blancos irradiados), los zafiros con color mejorado por tratamiento térmico o los rubís con inyección de vidrio rojo.

El problema de este tipo de materiales tratados no es sólo que se enmascara un falso valor aumentado, sino que suelen dar problemas al ser incorporados a las joyas. Lo más habitual son roturas inesperadas y decoloraciones no deseadas.

El topacio azul es una piedra natural tratada con irradiación y calor, y se pueden conseguir varios tonos

Piedras sintéticas

Los cristales sintéticos de calidad gema se fabrican desde finales del siglo XIX y su producción suele estar marcada por la necesidad de utilizarlos en aplicaciones industriales fuera de la joyería. El primer éxito fue la producción de rubí sintético de calidad para ser tallados.

Los cristales sintéticos se utilizan en comunicaciones y tecnología láser, microelectrónica y abrasivos, siendo estos campos industriales donde el consumo es mayor. Debido a que los sintéticos para aplicaciones de joyería se pueden “hacer por encargo” [es decir, con color consistente y listo para ser tallado] con los ingredientes, el tiempo y las instalaciones adecuados para cultivarlos, son mucho menos raros que las gemas naturales de igual tamaño, claridad y saturación de color.

Estrictamente, una piedra gema sintética es un material cristalino cuyas características químicas, físicas, cristalográficas y ópticas son exactamente iguales a las de una gema natural, pero que ha sido producido en un laboratorio.

Los cristales sintéticos tipo Verneuil en corindón son unos de los más habituales en el mercado. El proceso se denomina también por fusión a la llama.

Esta es una definición gemológica aceptada, pero comercialmente el término piedra gema sintética es más laxo. Normalmente se habla de piedra sintética para joyería a cualquier gema tallada a partir de un material cristalino, y luego se definen con términos que no coinciden estrictamente con sus características. Por ejemplo, se habla comercialmente de «aguamarinas sintéticas» cuando se trata de «espineles sintéticos de color aguamarina»; son cristales fabricados en un laboratorios con composición y estructura cristalina de una espinel, pero con el color de una aguamarina.

Por eso, nosotros distinguimos entre tres tipos de descripciones comerciales de piedras sintéticas para joyería:

Gemas sintéticas homónimas, aquellas cuyo nombre comercial y descripción son los mismos que los de la gema que copia porque son el mismo material cristalino. Por ejemplo, los rubís y zafiros azules sintéticos tipo Verneuil (los más comunes en el mercado) son corindones como los rubíes y zafiros naturales

Gemas sintéticas heterónimas, aquellas cuya denominación comercial y descripción no son son los mismos que el material cristalino del que están hechos. Por ejemplo, lo que se conoce comercialmente como aguamarina sintética (Verneuil) no es un berilo sino un espinel de laboratorio de color aguamarina.

La circonita es una piedra sintética muy popular para sustituir al diamante en joyería. Es un óxido de circonio cúbico muy escaso en la Naturaleza, fabricado en laboratorio.

Piedras sintéticas sin equivalente natural, son aquellas talladas a partir de materiales cristalinos de nueva generación que intentan imitar gemas naturales. No son imitaciones en materiales no cristalinos, como los vidrios; pero no serían estrictamente piedras sintéticas tampoco. Ejemplo de este tipo de piedra sintética sería la circonita o los nanogems.

Piedras de Imitación

Aquí incluimos una gran variedad de materiales, sobre todo los no cristalizados, que aparecen en muy variados colores y formas en el mercado. Son los que llamamos piedras de imitación o vidrios para joyería y bisutería.

Son materiales fabricados en grandes cantidades y que tienen mejor o peor aspecto según su composición, calidad de fundición y calidad de talla. Algunos tienen un nombre comercial muy reconocido en el mercado como Swarovski y Preciosa, pero su valor es comercial y no intrínseco al propio material.

Los vidrios de buena calidad son muy apreciados también en bisutería de alta gama.

Cómo identificar las piedras sintéticas

Como hemos ya dicho, este artículo no tiene una vocación gemológica; por eso no incorporamos datos ni técnicas gemológicas para explicar cómo se fabrican o cómo se identifican con técnicas de gemología estas piedras. Ante una seria duda siempre es aconsejable llevar la piedra a un gemólogo con un mínimo de equipo gemológico para que nos ayude a identificar gemas de las que dudemos.

Aquí daremos algunos trucos fáciles para identificar una gema sintética, o al menos para hacernos dudar de su origen. Sin embargo, el ojo experto y el haber trabajado con muchas gemas largo tiempo es un valor intangible que facilita mucho la tarea de identificación rápida.

Cómo reconocer piedras de Imitación:

Para reconocer las piedras de imitación hay bastantes observaciones que nos pueden ayudar, aunque hay muchos tipos de vidrios tallados como si fueran gemas.

Las más básicas están fabricadas por presión en moldes (como algunos vidrios y los acrílicos); éstos suelen tener las aristas de las facetas poco definidas y un brillo vítreo y apagado.

Vidrios para imitación de piedras preciosas

Otras, de alta calidad y nombres comerciales reconocidos, están fabricados con vidrios de composición especial (mayor dureza, mayor brillo) y facetadas a máquina. Suelen venir con un depósito metalizado recubriendo la culata (comercialmente denominado «talco») para hacer de espejo y aumentar el brillo y mejorar el aspecto. A veces se les elimina el «talco» y entonces es más difícil de reconocerlas; sin embargo pueden tener un brillo excesivo si llevan muchas facetas o un brillo más apagado si llevan una talla más normal.

En general, envejecen mal y suelen sufrir abrasión en las aristas de las facetas; también se rayan con facilidad (son más blandos que la mayoría de las gemas) y en la actualidad existen una gran variedad de colorido sin correspondencia en la Naturaleza.

Cómo reconocer piedras naturales tratadas:

Existen multitud de tratamientos de piedras finas para mejorar su aspecto, su calidad aparente y su precio. Aquí no vamos a describirlos ni valorarlos, pero si daremos unas pequeñas notas sencillas para reconocer algunos más comunes.

Uno de los más sencillos de distinguir son los dobletes y tripletes, en que una parte de la piedra es natural y la otra puede ser una piedra de menor valor o un vidrio coloreado. Mirándolas de lado, sobre todo sumergidas en agua, se puede ver que hay dos piedras pegadas (normalmente en el filetín) de diverso tipo y color.

Otros tratamientos, como en los rubís o las esmeraldas con introducción de materiales coloreados en sus gritas o fracturas, se pueden distinguir con una buena lupa o un monocular sencillo de 40x

Finalmente, otros tratamientos como el color adquirido por radiación iónica o temperatura son más difíciles de identificar, excepto si se aplica en piedras naturales para imitar a otras (como el topacio con la aguamarina). Aquí se precisarán equipos de gemología como el refractómetro para reconocer la piedra de la que se trata.

Cómo reconocer piedras sintéticas:

Aunque es difícil distinguir sin un microscopio entre una piedra preciosa creada en laboratorio, una piedra preciosa natural y una piedra preciosa tratada o mejorada, hay una cosa que puedes buscar. Es más probable que las piedras preciosas sintéticas sean ricas y de colores vivos, y prácticamente no tienen inclusiones ni imperfecciones cuando las miras. Casi siempre las piedras preciosas naturales tendrán algún tipo de inclusión o diferenciación de color.

Un binocular fijo 10x-40x es un útil económico ideal para reconocer las piedras sintéticas más habituales

En general, además, el aspecto tan «homogéneo» en el color y la falta de inclusiones, maclas y otros «defectos» habituales en las gemas naturales facilita tener dudas sobre el origen de la gema. Es cierto que se requiere cierta experiencia para tener esa «sensación», pero es uno de los motivos que nos hace ir a los aparatos de gemología más habituales para comprobar y confirmar ante cualquier duda.

Para la mayoría de la piedras sintéticas tipo gema que hemos denominado heterónimas, la mejor forma de identificarlas y diferenciarlas de las piedras naturales a las que intentan sustituir es mediante el uso del refractómetro. Para piedras con índice de refracción por debajo del 1,79 es la más rápida y eficaz de las técnicas.

Para las piedras gema sintéticas sin correspondencia natural, suele ser algún aspecto específico lo que nos ayuda a identificarlas. El exceso de dispersión y refracción de la circonita nos ayuda a identificarla a simple vista, o el aspecto entre ceroso y vítreo de los nanogems también es característico. También existen «tester» de mano electrónicos muy eficaces.

Los nanogems son gemas sintéticas fabricadas en laboratorio, a partir de óxido de silicio, y que se consiguen en muchos colores muy reales para sustituir gemas naturales. Muy utilizadas en tallas de pequeño tamaño, Aquí un ejemplo de colores esmeralda, diamante negro, aguamarina y zafiro azul

Por último, para las gemas sintéticas que hemos denominado homónimas, el proceso de identificación y diferenciación es más complicado, y suele requerir el uso de binoculares de 10x-40x o binoculares tipo zoom. Lo casos más comunes son los corindones (rubí y zafiro azul) y las esmeraldas

En general, es posible distinguir los rubíes y zafiros fabricados en laboratorio del corindón natural porque el corindón sintético muestra vetas de crecimiento curvadas, zonas de color veteadas, burbujas de gas e inclusiones del fundente utilizado bajo el microscopio.

En cuanto a las esmeraldas sintéticas, se pueden distinguir de las esmeraldas naturales principalmente por los residuos de fundente en la piedra y su patrón general de inclusión. La esmeralda natural también siempre contiene agua, pero las síntesis realizadas por el método fundente están completamente libres de agua y las realizadas por el método hidrotermal contienen agua con propiedades diferentes al agua incluida naturalmente.

Con respecto a los diamantes sintéticos, a día de hoy no existen métodos sencillos de identificación de los mismos para distinguirlos de los naturales una vez tallados. Se están haciendo algunos prototipos de equipos electrónicos de mano adaptados (como los comprobadores de diamante), pero no están aún funcionando con total fiabilidad.

Conclusiones

Aunque no pretendemos que este sea un texto científico, hemos procurado dar una guía rápida para describir y clasificar para uso comercial las gemas sintéticas que sustituyen a las piedras preciosas en le mercado.

Hemos visto que el ojo de un experto puede diferenciar rápidamente algunos tipos de imitaciones y gemas sintéticas de sus contrapartidas originales, pero básicamente un experto usara esta capacidad para dudar y acudir a las herramientas que la gemología pone a nuestro alcance.

Disponer de algunos útiles sencillos como lupa, monoculares y binoculares básicos, o un refractómetro ayuda al profesional de la joyería o al aficionado a las gemas a identificar los ejemplares que puedan disponer en cualquier momento.

En un próximo post intentaremos centrarnos en algunos tipos de gemas sintéticas concretas, su producción y caracterísiticas.

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